Aplica reingeniería a tus finanzas personales




Por Jaime Mejia
Llegó el momento de tomar el toro por los cuernos. Deja de sufrir porque el dinero no te alcanza y no esperes a que la solución sea ganarse la Lotto. El principio de tu solución es una reingeniería completa de las finanzas de tu hogar en tres fases simples: establece un presupuesto, recorta costos y fija unas metas. Puede que el proceso sea doloroso, pero es necesario.


El presupuesto. Esta es la parte más difícil, pero definitivamente la más importante porque es la que te permitirá reorganizar tus finanzas de verdad. El principal objetivo es saber en qué gastas tu dinero. El primer paso es tomar una libreta o abrir un documento Excel en tu computadora y empezar a detallar todos tus gastos mensuales. Los grandes y los pequeños. Al final vas a saber con certeza si estás gastando más de lo que ganas. Si es así, tu única opción es empezar a recortar. Te dije que iba a ser doloroso.
Recorta los costos. Llegó el momento de los sacrificios. Empieza por los controles de costos pequeños como dejar de comer fuera de casa o controlar el aire acondicionado o la calefacción o gastar menos en transporte. Luego busca las fuentes grandes de ahorro. Si hay dos autos en casa, tal vez puedas sobrevivir solo con uno. Si pagas arriendo, estudia la posibilidad de mudarte a una casa o apartamento más pequeño. No te limites. Busca con tu familia todas las posibilidades de recorte de costos. Claro también se vale aumentar los ingresos si esa es una opción viable si puedes conseguir otro trabajo de medio tiempo. Lo importante es que des rienda suelta a tu creatividad.
Las metas. Fija unas metas de ahorro para los próximos meses para que pronto veas y disfrutes los logros. Una opción puede ser fijarse el objetivo de ahorrar para las próximas vacaciones, cambiar tu auto o comprarte una nueva computadora o un aparato de televisión de última tecnología.
También debes obligarte a un monto de ahorro fijo cada mes y que sea automático. Por ejemplo que cada mes salgan $100 de tu cuenta corriente a una cuenta de inversión o ahorro. Te aseguro que después de un tiempo no los va sentir, pero sí vas a ver los resultados de tu disciplina.
Por mal que estén tus finanzas personales un poco de orden y estructura puede marcar la diferencia. Empieza lo más pronto que puedas.

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